Este
año el fuego se ha adelantado vorazmente en el norte de la península, un mal
augurio para los próximos meses. No se puede entender que haya tantos
indeseables quemando nuestros montes, ya nadie cree que sean fuegos fortuitos
cuando aparecen veinte focos distintos en una zona determinada.
Y
lo peor de todo es que resulta difícil detener en el momento a estos
descerebrados que están arruinando la vegetación, el turismo y la vida de
comarcas enteras.
En los últimos años se habla mucho de la prevención de incendios, pero hay pocas actuaciones para evitarlos, sobre todo por la desaparición de esos enormes cortafuegos que veíamos hace años en muchas montañas y que en muchos lugares han sido engullidos por la vegetación. Creo que una parte del despilfarro presupuestario en asuntos livianos, debería emplearse en formar cuadrillas de trabajadores para ese menester, que ademas no vendria mal al empleo en el mundo rural.
Cada día somos mas los amantes de la naturaleza, que cuando nos lo permite nuestro tiempo y economía hacemos alguna escapada a esos bonitos lugares de España que todavía no conocemos. Esperemos que alguna “mente maravillosa” entre esos abundantes asesores del gobierno, ponga sobre la mesa del ministro una solución para un asunto tan importante y apremiante.