Poco después de popularizarse los disquetes de ordenador al principio de los años noventa me regalaron uno con un juego de ajedrez muy sencillo con el que pasé muchas horas jugando contra la maquina. Veinte años después conseguí descargar el mismo juego de la red para poder seguir utilizándolo en los nuevos Windows.
No soy ningún Kasparov pero es un juego que me sigue entreteniendo, casi todos los días encuentro algún momento para volver a jugar.
Existe una historia sobre el ajedrez que seguramente conoceréis. El hijo del rey de un territorio asiático perdió la vida en una batalla, el monarca quedó tan afligido que perdió la alegría y las ganas de vivir. Un día le dijo a su ayudante de cámara que daría todo lo que le pidiera quien le proporcionara un entretenimiento que le hiciera olvidar la pena.
El ayudante del rey dejó correr la noticia y a los pocos días se presento en la corte Ather con un ajedrez que mostró al rey diciéndole que ese juego le haría olvidar las penas. Una vez que Ather enseño a jugar al monarca, este le obligó a jugar con el todos los días recobrando este la alegría y las ganas de vivir.
Un dia el rey le dijo al ather que le concedería lo que quisiera por haber logrado quitarle la pena, este le respondió que quería un grano de trigo duplicando cada casilla de tablero de ajedrez comenzando por la primera, el rey le dijo que porqué era tan modesto que le daría oro, tierras o todo lo que quisiera, Ather le respondió que solo quería el trigo que le había pedido.
Cuando el ayudante del rey comenzó a sumar granos de trigo tuvo que llamar al tesorero de la corte para que le resolviera el problema, quedando los dos con una gran preocupación.
Al
día siguiente el rey se intereso por la entrega del trigo a Ather y su tesorero
le dijo al rey que no era posible entregar esa cantidad de trigo ya que todo el
trigo del mundo no sería suficiente para pagar a Ather. El rey que era hombre
de palabra abdicó entregando la corona y todas sus posesiones a su súbdito.