En alguna entrada anterior he comentado que nunca he sido forofo del fútbol, pero reconozco que por ser el deporte nacional por
excelencia hay que estar un poco al día y simpatizar por algún equipo, aunque
solo sea para polemizar con amigos
del equipo contrario.
En el fútbol me ocurre como en política, cuando algo no me gusta, mi inclinación cambia de bando, hata el año 2003 simpatizaba tímidamente con el Real Madrid, hasta que el presidente no renovó a Vicente del Bosque, uno de los mejores entrenadores que había pasado por la entidad, tampoco estaba de acuerdo con aquellos fichajes galácticos super millonarios que rompían claramente la igualdad en la competición, desde entonces simpatizo con el Atlético de Madrid, pero sin mucha pasión.
El sábado salieron a la calle miles de simpatizantes a celebrar la victoria atlética, a pesar de las advertencias de las autoridades, tampoco respetaron la distancia y el uso de generalizado de mascarillas.
Nunca me gustaron esas celebraciones masivas, convertidas por unos cuantos en botellones, que casi siempre concluyen con daños en el mobiliario urbano y altercados entre policías y concentrados.