Ha
comenzado la primavera, esa estación del año en la que comenzamos a salir del
letargo invernal, por desgracia será muy diferente a la de otros años, por esta
reclusión en nuestras viviendas y con el corazón en un puño por las malas
noticias que nos llegan.
Después
de pasar la primera semana de reclusión en nuestras casas, parece que nos vamos
acostumbrando, es una situación que no hemos vivido nunca y que recordaremos
siempre, no solamente por pasar unos meses terribles, si no por los sacrificios
que vendrán después.
En
la política se han acabado las disputas que llevábamos arrastrando tanto tiempo,
la mayoría de los políticos están arrimando el hombro para acabar cuanto antes con
esta pandemia, salvo unos pocos indeseables que no sirven para otra cosa que
encizañar, pero que nadie dude que quedarán retratados.
Pasaremos
al menos una parte de esta primavera sin poder disfrutar de ella, con la
esperanza, que cuando esto termine volveremos a nuestra vida habitual, saliendo
a las calles con la alegría de haber superado la situación, en muchos casos con
una visión de la vida muy diferente, sobre todo los que por desgracia están
perdiendo a sus seres queridos.
Mucho
ánimo, cada día que pase será un día menos de esta nefasta situación.