A
medida que cumplimos años nos damos cuenta que aumentan los achaques y menguan
nuestros reflejos, a pesar de todo seguimos intentando mantenernos activos,
sabiendo que es lo mas razonable para seguir siendo independientes, a pesar de
las trabas impuestas en nuestra vida diaria, como tener que pedir cita en el
ambulatorio o intentar hacer una gestión en el banco.
En España somos diez millones de jubilados, muchos por su edad o por una decadencia física, esperan poder ingresar en una residencia estatal, siendo en la actualidad un intento fallido.
Los últimos gobiernos parece que no han querido involucrarse en solucionar el problema, sabemos que el estado no puede asumir en la actualidad de forma urgente el enorme aumento de las plazas de residentes necesarias, pero este asunto creo que no admite mas demora en buscar soluciones.
El gobierno actual parece que no está por la labor de aportar fondos a las comunidades para crear nuevas residencias públicas y mucho menos para subvencionar residencias privadas concertadas con control estatal de precios.