Cuando
se generalizó el uso de los teléfonos móviles, Andrés siempre criticaba a los
que lo tenían, hasta que le regalaron uno en su 70 cumpleaños, entonces comenzó
a decir a los amigos que era algo imprescindible, pero cuando le llego la
primera factura decía que ya no era tan
imprescindible.
Un
tiempo después uno de sus nietos le dijo que tenía que cambiarlo por un smartpfone para comunicarse por whatsapp, Andrés le miro desconcertado y le dijo que a el
no le hacían falta esos inventos, pero tanto le insistió que accedió a comprarlo,
el nieto le explicó lo mas básico para utilizarlo.
Un
día el nieto le preguntó si utilizaba el watsapp, su abuelo le dijo que no
sabía y este le explicó como escribir a sus amigos sin tener que gastar
llamadas.
El
primer mes escribía con desconfianza a sus amigos pensando que si no era gratis
aquello le podía salir por un pico. Pasado
el primer mes sin aumento en la factura empezó a escribir sin tino a sus amigos
hasta que un día le dijo uno de sus amigos que no fuera tan pesado, ya que se
veían todos los días en el bar y que los mensajes eran para cosas puntuales,
Andrés les respondió que se había gastado un dineral en el teléfono y tenía que
rentabilizarlo.
Hoy
Andrés ya no utiliza el móvil y vuelve a ser tan feliz como antes de tenerlo.