La experiencia en la vida del ser humano es crucial para llegar a una
madurez mas estable, con esta frase
quiero expresar mi idea sobre los cambios que se producen en las
personas a lo largo de la vida.
En la niñez, no somos conscientes de
casi nada, no entendemos muchas cosas, Pero según vamos cumpliendo
años adquirimos las experiencias que nos ayudarán a cometer menos errores a lo largo
de nuestra vida.
Recuerdo que en mi juventud había jóvenes con distintas formas de
entender la vida, dependiendo de la formación que habían tenido, de como habían
transcurrido sus primeros años o de la educación recibida en el ámbito familiar.
La mayoría de los jóvenes a los catorce años dejaban la escuela para
comenzar a trabajar, en la mayoría de los casos en el campo, los menos, como
aprendices de algún oficio.
Las familias con recursos enviaban a sus hijos a estudiar a la capital, fueron unos jóvenes privilegiados que vivieron una niñez desahogada y no supieron lo que era el trabajo antes de los veintidós.
Mi generación no conoció la
guerra, ni la posguerra, pero si vivimos
la escasez, las dificultades y el sacrificio de nuestros padres para salir adelante. Los
tiempos han cambiado para mejor, las nuevas generaciones han vivido una niñez
totalmente distinta, sus experiencias son otras y valoran menos lo que tienen.
A lo largo de la vida recibimos bastantes tropiezos y acontecimientos
no deseados que nos hacen recapacitar, algunos creen que lo que nos ocurre, los
tenemos marcado desde que nacemos.
Cuando terminamos la vida laboral, intentamos recuperar un tiempo que no tuvimos, mas ocio, viajes o
algún hobbi, claro está que tiene que acompañarnos la salud y la economía.