Esta
Navidad no he pisado el centro de Madrid, algo que hacía todos los años, me
gustaba pasear apreciando el colorido de las luces, los puestos de la plaza
mayor y las gentes con la alegría de unas fiestas entrañables. Recuerdo que fue la víspera de nochebuena de 2021 cuando
decidí no volver a la Puerta del Sol en esas fechas, fue una situación
agobiante, apenas nos podíamos mover por la aglomeración de visitantes.
Como me encanta acudir al centro dos o tres veces al mes, lo haré pronto en día laborable, ya no veré los adornos navideños, pero la tranquilidad de pasear sin ese trasiego de ciudadanos ávidos de contemplar el hechizo navideño.
Por otro lado nada tiene que ver el decorado modernista de las fiestas de Navidad actuales con las de hace treinta o cuarenta años, ya no hay nada que represente el ambiente navideño, salvo dos belenes con interminables colas para visitarlos.
Las ciudades se transforman cuando llega la Navidad, las luces llaman a los visitantes y estos entran en los comercios que tanto necesitan de los clientes. Pero el año es largo y siempre podrás pasear tranquilo. Abrazos
ResponderEliminarHay tanta gente en todos sitios que no apetece pasearse. Todo el mundo tiene derecho a salir y pasearse, claro. Pero es un agobio. Te comprendo.
ResponderEliminarSalu2.
Tienes razón. Es un gran agobio.
ResponderEliminarPrefiero la tranquilidad.
Feliz año 2023.
Un abrazo.
A mi me gusta ver la gente en toda fiesta, no me agobia. Pero es cierto que algunos cambios me entristecen, como me entristece ver las calles vacías. Feliz semana y 2023. Un abrazo
ResponderEliminarEs verdad que ya no es lo mismo. Un beso
ResponderEliminarNi está Chencho, ni Pepe Isbert. En fin, que no es lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo cambia y lo que importa es consumir.
ResponderEliminarYo no puedo evitar el centro de Barcelona pues vivo en él. Aquí debo decir que en Navidad al menos lo que más se ve son barceloneses y quizás también gente del entorno de la ciudad. Luego, en enero, vuelve a ser casi todo gente que vive aquí y habla en no sé qué.
podi-.
Yo recuerdo con añoranza cuando el Ayuntamiento de mi pueblo ponía altavoces con villancicos durante las navidades y cómo me gustaba escucharlos. Hace ya unos años que ya no los ponen y eso me entristece.En Logroño es costumbre poner los belenes de la Asociación de Belenistas que son una maravilla y siempre lo hacían en el mismo lugar, pues la cosa ha cambiado también y ahora tienen un local mucho más pequeño y con menos belenes claro, resulta que ya no les dejan el antiguo local y se ven negros para conseguir uno, le pregunté al encargado y me contestó que todo es política que lo que quieren es que no haya belenes.Saludos
ResponderEliminarHay costumbres que se pierden por cómo se vive ahora, a una cuadra de mi casa hay una dependencia policial, cada año armaban un hermoso pesebre en la vereda con imágenes de tamaño natural, se empezaron a robar piezas y ya no hay más pesebre! La ignorancia y la violencia van ganando terreno, un abrazo Matías!
ResponderEliminarEl mundo va cambiando cada dia... Las nuevas generaciones demandan otras cosas...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Cambian las costumbres amigo. Y es una pena que se vayan adoptando las de fuera y dejemos de lado las nuestras. Pero es así Matias. Visitar el centro de Madrid en puentes es una temeridad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Matias, a mi tampoco me gustan las aglomeraciones y cuando son fiestas no me ven por el centro de la ciudad, sobre la iluminación ahora es a ver quien pude mas, no la mas bonita si no el que mas, y teniendo los villancicos tan bonitos que tenemos no se escucha ni uno en la radio o tv, todos son canciones inglesas.
ResponderEliminarBesos.
Yo tampoco he ido desde hace varios años. Tienes razón, las fiestas de ahora son distintas de hace 40 años.
ResponderEliminarUn abrazo