El
deporte es cosa sana, pero si viene una pandemia seguramente no hacemos el
suficiente, si vienen tres días de calima insoportable tampoco salimos de casa,
si tenemos que utilizar el coche para ir al campo a correr o simplemente
caminar, mejor no parar en la gasolinera. Claro que si nos quedamos en casa
habrá que utilizar la calefacción y la
electricidad, otra mala solución para la economía doméstica.
Los
que tenemos la suerte de no tener que ir a trabajar, con un depósito de
carburante tenemos para dos meses, el coche lo utilizamos mayormente para
pequeños recorridos como ir al medico o
ir al supermercado, un lugar donde además de haber incrementado un 30% algunos
productos de primera necesidad comienzan
a escasear por la huelga del transporte.
Lo
mejor para los urbanitas es que no tenemos que comprar pienso para el ganado,
claro a costa de los ganaderos que tendrán que dar matarile a las reses y quizás
baje el precio de la carne durante un tiempo.
Seguro
que he exagerado un poco, pero esta situación demuestra el daño que puede
ocasionar al mundo una sola persona.
Está todo complicado. Un beso
ResponderEliminarCada día se pone todo más difícil...
ResponderEliminarUn abrazo.
Además de andar a paso ligero, el de la bici es el que más me gusta. Por lo completo y no es contaminante. Nos lo estamos cargando todo... un horror...
ResponderEliminarDeberíamos todos de ir en bicicleta.
Un abrazo Matías.
No se montar en bici, pero camino con mucha agilidad, ademas de salir todas las mañanas a caminar como deporte, luego camino en mi dia a dia. Un abrazo
ResponderEliminarEs el efecto mariposa un sátrapa invade un país y al final alguien hace deporte. Yo me lo estoy pensando. Un saludo
ResponderEliminarMalos, malísimos tiempos.
ResponderEliminarpodi-.
A cualquier cosa le llamas persona, Matías.
ResponderEliminarUn abrazo.
No exageras. Esto acaba de empezar, peor se pondrá todo y si no al tiempo. Mejor camino hace tiempo que dejé la bici.
ResponderEliminarBuena noche.
Un abrazo.
Parece que los caballos del Apocalipsis decidieron desbocarse...
ResponderEliminarFeliz fin de semana, amigo
Por acá también tenemos consecuencias del desastre que se está desparramando por todo el mundo. No sé si es excusa de algunos vivos, pera hay aumentos y faltantes escandalosos, esperemos que esto pase cuanto antes, Matías, un abrazo!
ResponderEliminarNunca le he deseado mal a nadie pero me ha salido mi vena "bélica" y ahora le estoy deseando a Putin que todos los rusos se subleven contra él para que pare esta guerra y lo lleven a juicio por crímenes contra la humanidad y lo condenen a cadena perpétua.Saludos
ResponderEliminarSí, echo de menos mi bicicleta azul, nunca se olvida, como patinar o nadar. Para nada es ya como aquellos tiempos jóvenes y hay que seguir. Yo también camino a diario y gasto poca gasolina.
ResponderEliminarUn abrazo y que pare ese loco.
Coincidió a principio del confinamiento que mi viejo coche dijo eso de hasta aquí he llegado. Comencé a andar hasta los confines de mi barrio para hacer los mandaos que mi augusta señora me encomendaba. Aún no me lo creo porque, a pesar de tener otro coche, sigo andando. Y lo mejor es que me sienta hasta bien. (por cierto, la bicicleta no me la presta mi hija y el coche si se lo presto yo)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Matias, no exageras nada ya que tienes razón en lo que dices, no teníamos bastante con la pandemia que solo nos falta un descerebrado jugando hacer todo el daño que puede, de verdad que esto ya es....., no reventara.
ResponderEliminarBesos.
Matías:
ResponderEliminarun psicópata megalómano.
Y, a río revuelto...
Salu2.