sábado, 19 de junio de 2021

Así me lo contaron. (humor)

 Un joven aprendiz comenzó a trabajar en una barbería de su ciudad. Al principio su jefe le mandaba barrer y lavar el pelo a los clientes. Cuando llevaba dos semanas, el joven le dijo a su jefe que le dejara afeitar que ya había visto como lo hacía. Su jefe le dijo que no, que no estaba preparado,

El aprendiz  insistía todos los días y su jefe siempre le daba la misma respuesta,  pero un día cansado de que le preguntara, le dijo; -- Mira ahí viene un cliente te dejo que le afeites, pero si le haces algún corte  te doy un mamporro.

El joven muy contento, después de enjabonar al cliente comenzó con la navaja, pronto llegó el primer corte, su jefe que lo vio le lanzó un puñetazo, el aprendiz se agacho y el cliente recibió un sopapo tremendo.

El aprendiz siguió afeitando al cliente y cada vez que le daba un corte  su jefe le lanzaba un puñetazo, el joven que sabía lo que venía, se agachaba y el cliente recibía todos los golpes.

 El joven aprendiz ya estaba tan nervioso que sin querer le cortó una oreja al cliente, este enseguida le dijo al aprendiz; -- chaval pisa esa oreja que si la ve tu jefe nos mata  a mamporros a los dos.

13 comentarios:

  1. jajaja, es tragicómico de verdad, un abrazo Matías!

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  2. Al cliente ahora le llamarán vanGogh y no le hará tanta gracia como a mí. Un abrazo

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  3. Jajajaj que buenooo. Pobre cliente.
    Buen fin de semana.Ciídate.
    Un abrazo

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  4. Gracia, la que usted "calza caballero", diría el castizo de turno. Pero lo difícil será, creo, volver a encontrar un cliente con la "gracia" del primero.

    Abrazo Matías.

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  5. Uff! No hay duda de que el cliente siempre tiene razón y a veces hasta aguante.
    Saludos Matías.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Pobre cliente!. Y muy comprensivo.
    Un abrazo.

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  8. Inteligente mirada al humor...
    Qué necesario es, amigo.
    Me agradó pasar por tu blog.
    Saludos de
    Teo.

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  9. Pobre cliente... No sé si llegó a salir de allí con vida...

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  10. Jajaja, pobre cliente.
    Feliz día.

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  11. Hola Matias, el pobre cliente aun perdiendo la oreja ayudo al aprendiz, otros se la arman como el jefe:)

    Besos.

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