Mota del Cuervo
Me encantan los molinos con
sus aspas al viento.
Día tras día, permanecen en su colina
Día tras día, permanecen en su colina
oteando el horizonte.
Para mí también tienen un encanto espacial los paisajes con molinos. Ya solo faltó don Quijote para arraigarlos a lo nuestro. Y eso que por estos lares no se ven.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son bonitos ver mucho a lo lejos, y de cerca, impresionantes
ResponderEliminarun abrazo
son emblema de una tierra nuestra, gusta verlos y se se puede adentrarse en ellos. Un abrazo
ResponderEliminarLos molinos no los recuerdo, pero Mota del Cuervo sí. Pasaba por allí camino del norte.
ResponderEliminarPero posiblemente tampoco hubieses pedido habitación para dormir dado el cansancio que llevaban. Comprensible su actitud. Bastaba con no haber llegado tan lejos o haber rechazado el ofrecimiento, mío y de mi amigo, y no salir "zumbando" con escusas.
Un abrazo, Matías.
Mis tíos eran los molineros de Campo de Criptana y pasé muchos veranos con ellos, llegue a verlo moler, no te puedes hacer una idea la velocidad y el ruido que hacían las velas. Fue una experiencia maravillosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Matias, yo, de nuevo!
ResponderEliminarLos molinos sempre me fascinaram, tanto como los molineros. No te se explicar esta fascinação, pero qdo yo era criança, pensava que era un pequeno palácio, onde vivia alguém com poder y magia.
Tus palavras son hermosas y exprimem bién lo k te vai na alma.
Beso con amistad.
a mi tambien m gustan
ResponderEliminarToda una belleza de imagen, amigo
ResponderEliminarAgradezco vuestra visita y comentarios, Macondo, mjesus, Ester, Ernesto, Maria de Los Angeles, CÉU, MuCha, Ildefonso.
ResponderEliminarDa mucho gusto ver los molinos de viento. Están tan integrados en el paisaje, que sería una catástrofe no verlos. Los eólicos también me gustan, aunque haya gente que los encuentre horribles.
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