En
los años 70 los pueblos de la periferia en Madrid se convirtieron en pequeñas
ciudades dormitorio, en una de estas poblaciones en hora punta los autobuses se
llenaban y los viajeros que subían en las últimas paradas de la localidad tenían
que ir de pie durante una hora que duraba el trayecto, aquellos viajeros estaban tan hartos que decidieron dejar de
pagar el billete cuando tenían que ir de pie. Los conductores al principio les
reclamaban el importe del billete, pero lo único que recibían era una gran
bronca de todos los viajeros y desistían en el intento.
Dejar de pagar el billete cuando iban de pie se había convertido en algo habitual, llegando a ser frecuente la picaresca, algunos viajeros que vivían junto a las primeras paradas, iban andando hacia las últimas para viajar todos los días gratis a la capital.
Pasados los años el problema continuó, los autobuses seguían con muchos viajeros de pié, iban incómodos, pero seguían viajando de gorra. Según parece a la empresa le tenía mas cuenta llevar algunos viajeros gratis, que aumentar el número de autobuses.
Esas cuentas son las que continúan haciéndose hoy en día: sale más a cuenta que se viaje en metro gratis que poner seguridad para impedirlo, sale más a cuenta que los medios de transporte vaya a tope en época de pandemia que poner más autobuses o metros, sale más a cuenta que... Cuando se valora qué sale más a cuenta, si ofrecer calidad o no es que algo no está funcionando bien o no nos importa que no lo haga.
ResponderEliminarPODI-.
Si aumentaban la flota al parecer no les compensaba, o no ganaban lo previsto.
EliminarSaludos.
Curiosa historia. No la conocía. Un beso
ResponderEliminarYo si la conocí, viví unos años en aquella población.
EliminarAbrazo.
Por estos pagos las leyes se hacen para no cumplirlas, un abrazo Matías!
ResponderEliminarSon demasiadas las leyes que no se cumplen.
EliminarAbrazo.
no sabía de eso... lo más parecido ahora es cuando se hace una cola larga en la autopista frente al peaje, los bocinazos hacen que a veces se abra la barrera y pasen para descongestionar. Saludos.
ResponderEliminarTambién me ha ocurrido en una retención en la autopista abrieron la barrera.
EliminarSaludos.
Desconocía estos hechos.Viviendo en Zaragoza me ha tocado viajar de pie en autobús pero había que pagar y nadie rechistaba, tampoco eran viajes largos.Saludos
ResponderEliminarDentro de las ciudad debe estar permitido, en todos loa autobuses van viajeros de pie.
EliminarDesconocía esa historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues era lo que ocurría.
EliminarUn abrazo
No tenía ni idea.
ResponderEliminarHabía que vivir en la periferia para saberlo, había muchos problemas.
EliminarSaludos.
Una buena historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es de los años 80 pero es una historia real.
EliminarUn abrazo.
Ay, que tiempos, amigo, estos que nos traes a la memoria...
ResponderEliminarEs lo que tiene la poca actividad, nos vienen recuerdos como estos.
EliminarUn abrazo.
En mis tiempos de viajero de autobús, en Madrid, nunca conocí esa circunstancia, sí la de ir de pie y apretados como sardinas. E igual en el metro.
ResponderEliminarConocí, tanto en tranvía como autobuses, la figura del cobrador. Con aquel dedo "gordo" cubierto con una funda de goma para mejor cortar el billete del talonario.
Abrazo Matías.
Esto ocurría a principio de los años 80 en una población a unos veinte kilómetros de Madrid.
EliminarYo no conocí Madrid hasta el año 68, cuando apenas quedaban tranvías, pero si recuerdo aquellos autobuses abarrotados.
Un abrazo.
Buena anécdota Matías. Ahora aunque vayas de pie tienes que pagar,al menos aquí. Listos algunos para viajar gratis.
ResponderEliminarBuen puente y cuídate.
Un abrazo.
No sabía de esta picaresca amigo Matías. Yo en aquella época, iba la mayoría de las veces de pie, pero nunca tuve la suerte de ahorrarme el billete.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Aquí desgraciadamente los autobuses van vacíos, es algo que no entiendo ni entenderé nunca.
ResponderEliminarCuídate mucho. Abrazote utópico.-