Miguel con 12 años comenzó vendiendo
prensa en una calle de paso en la gran
ciudad, ya en su juventud tenía una caja de madera alargada donde tenía los
periódicos mas importantes, no le iba mal, pero los beneficios eran escasos.
En los años setenta solicitó
un kiosko al ayuntamiento sin resultado,
hasta que uno de sus clientes que le conocía desde niño le ayudó a conseguirlo.
Fueron unos años trabajando doce horas diarias para mantener a su familia, viviendo modestamente, siempre a expensas de
las crisis que llegaban cada pocos años,
sufriendo caídas importantes en las ventas.
Lo peor llegó cuando
apareció la prensa gratuita, comenzaron a aparecer a poca distancia de su
kiosco varios jóvenes repartiendo gratis unos diarios con pocas páginas, pero
con las principales noticias. En poco tiempo las ventas cayeron un treinta por ciento. Miguel comenzó a
reducir gastos y así consiguió mantener el negocio.
Entrado el nuevo siglo las
nuevas tecnologías comenzaron a crecer a paso de gigante, llegando a nuestros
días donde casi todos manejamos los nuevos teléfonos que nos informan al minuto
de todo lo que ocurre en el mundo.
Miguel ha echado el cierre a su kiosko de prensa, han sido casi cincuenta
años levantándose a las cinco de la mañana para terminar arruinado, a sus
sesenta años no sabe como vivirá hasta poder cobrar la jubilación.
Son muchos los kioscos de prensa que están cerrando, es triste, pero parece que la prensa de papel tiene
los días contados.
Hola.
ResponderEliminarEs una pena que eso ocurra. Aquí en mi ciudad sigue habendo bastante tradición de comprar la prensa escrita. Los fines de semana la gente la compra, y en todos los bares(que tenemos muchos) hay prensa para el cliente, varios periódicos, así que la cosa va tirando pero creo que en cuanto falte esa generación que ahora la compra sí que va a desaparecer porque la gente es más de nuevas tecnologías.
Muy feliz día.
Ese es otro problema cuando falten los que habitualmente la compran será aun peor ya que la mayoría los jóvenes no no la leen.
EliminarY como sigamos así, cerrarán las librerías. No me gusta nada el panorama, soy muy tradicional.
ResponderEliminarAbrazos.
También han cerrado bastantes librerías, tienen otros problemas como la compra de libros en la red, o en grandes superficies.
EliminarEs muy triste que estén dejando de ser rentables estos negocios relacionados con la cultura. Cada vez hay más posibilidades de acceso gratuito y cada vez menos interés.
ResponderEliminarUn abrazo.
la cultura también se resiente, hoysobre todo los jóvenes tienen varios lugares de información y en Internet lo tienen casi todo, el problema principal lo sufren los miles de vendedores que se quedan sin trabajo.
EliminarHay muchos trabajos que están desapareciendo, la tecnología, los avances, los cambios en el modo de vivir es imparable y va arrasando. No sé si hablas de una persona de verdad o imaginaria pero me ha dado mucha pena. Toda la vida esforzándose para ahora no saber cómo seguir adelante, es una injusticia.
ResponderEliminarSAludos.
Nos decían hace unos años que las nuevas tecnologías quitarían mucho empleo y que razón llevaban.
EliminarTriste situación la de Miguel, pienso que teniendo 60 años y habiendo trabajado 50 años tiene derecho a jubilarse o a una ayuda del gobierno hasta la jubilación, debería de mirarlo........los españoles deberíamose ser antes que los de fuera a la hora de las ayudas.Saludos cordiales
ResponderEliminarSería justa la jubilación en estos casos y otros similares, encima les han subido hasta los 63 años la jubilación voluntaria
EliminarDicen que el paro afecta al colectivo periodístico más que a otros y el cierre de un kiosko no solo lo sufre el dueño, hay trabajadores que llegan antes de que se abra el kiosko para descargar la prensa y llevarse la del dia anterior, un trabajo duro por el horario, por lo que pesa el papel y los kilometros que tiene que recorrer. Abrazos
ResponderEliminarCierto, en el proceso de un periódico hasta que llega a los kioskos son muchos los empleos que sufren recortes, empezando por los periodistas.
EliminarSon víctimas de la tecnología. Un beso
ResponderEliminarAsí es. esperemos que las tecnológicas absorban una parte de esos parados.
EliminarMuchos Matías. Duro a sido siempre el trabajo de los kioskos. La tecnología y todos somos culpables de ello. En casa tenemos la información que necesitamos y la usamos cada vez más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que es duro ese trabajo y los que la reparten que trabajan por la noche, haciendo en muchos casos cientos de kilómetros.
EliminarLa crisis también hizo mucho daño al sector, seguro que había bastantes lectores entre los nuevos parados.
Desaparecen muchos trabajos. Parece que la robotización estará en condiciones de realizar gran parte de los trabajos tradicionales y no tanto, la pregunta es ¿harán que cotice el robot por el trabajador que ha suplantado? No lo creo, ahí está el drama. Saludos.
ResponderEliminarEs interesante lo que comentas, he oído en alguna ocasión algo sobre el impuesto a la robotica, los robot están sustituyendo a muchos trabajadores.
EliminarEs una pena que cosas tan entrañables desaparezca. Claro que, ¿Quién va a comprar un periódico si antes de acostarte sabes las noticias del día siguiente por Internet?
ResponderEliminarEs una pena para los que han vivido de eso.
Un abrazo.
Hoy hay infinidad de aplicaciones en los móviles, para estar informado todas las horas del día. Además de las innumerables cadenas de radio y televisión.
EliminarTanta tecnología no es buena.
ResponderEliminarA mí me da pena.
Un abrazo.
La tecnología ha perjudicado a muchos trabajadores, claro que por otro lado, también está ayudando a la ciencia y a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, quizás en un futuro puedan crear nuevos empleos en ese sector.
EliminarLa vida cambia, es así, es inevitable, debemos asumirlo
ResponderEliminarPaz
Isaac
Claro que cambia, además muy deprisa.
EliminarEn Almería se han quitado bastantes Kioscos que había, porque ya no son rentables.
ResponderEliminartodo ha terminada Los periodicos no son nada mas que alguna letra en el horizonte diario
ResponderEliminarEs una triste realidad, pero es real, los tiempos pasados jamás volverán porque el papel con sus noticias ha dado paso a una tecnología sin límites que no sabemos el rumbo que llegará a tomar. Por lo pronto, ya hay muchos niños con un enganche patológico al móvil, que no saben jugar, pero sí todo lo que abre esta nueva era de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los kioskos, como tantas otras actividades de antes, van decayendo... Ley de mercado, ley de vida. Otra cosa es la situación personal de gentes a las que conocemos.
ResponderEliminarAbrazo Matías.
Gracias por comentar Trini Altea, Recomenzar, Angeles, Ernesto.
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