jueves, 23 de octubre de 2025

Mas sobre la vivienda.

 

El precio de la vivienda ha vuelto a niveles inasequibles para la mayoría, especialmente en los grandes núcleos urbanos por el descenso de la construcción, la limitación de suelo urbanizable, el incremento en el coste de materiales y mano de obra, la creciente demanda extranjera y un crecimiento económico que no se traslada a la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

Los jóvenes son los principales damnificados, su independencia la tienen cada día mas difícil, los alquileres son inalcanzables y la compra es prohibitiva. Ni siquiera el alquiler de una habitación en un piso compartido es una solución dado que su coste puede superar el de una cuota hipotecaria mensual. Si no fuera por el precio desorbitado de las viviendas, la reciente bajada de tipos de interés podría haber sido un momento oportuno para la compra,

De poco sirven los anuncios del gobierno sobre la construcción de nuevas viviendas sociales ya que en el corto plazo no solucionaría la situación, además de culpar a las comunidades autónomas del problema.

Mientras la situación se agrava el contexto político es de parálisis, El gobierno se mantiene dividido, sin presupuestos y sufriendo continuas derrotas parlamentarias lo que reduce sus opciones de continuidad.

Parece haberse olvidado la lección de la crisis inmobiliaria de 2008 producida por el estallido de la burbuja especulativa, produciendo en años posteriores un desplome generalizado de precios seguido de una crisis catastrófica que llevó al paro y a la ruina a innumerables familias y comerciantes.

lunes, 13 de octubre de 2025

Reflexión mediática.

 

Hemos asumido durante mucho tiempo que la prensa era el "cuarto poder". Hoy, con la irrupción de la prensa digital, la radio y la televisión, ese poder no solo se ha multiplicado, sino que también se ha radicalizado al servicio de las directrices ideológicas de cada medio.

Asistimos a diario a un espectáculo televisivo donde nuevos periodistas y tertulianos, algunos auténticos "bocachanclas" (no se si está en la RAE) mediáticos, monopolizan la conversación. Son personajes que hablan sin parar, interrumpiendo continuamente a sus oponentes con galimatías o descalificaciones tan pronto como la opinión del otro les resulta incómoda.

La parcialidad es tal que, en algunos programas, el propio moderador se encarga de censurar a quien argumenta en contra de los intereses de la cadena. Lo hace cortando la palabra con anuncios inesperados o cambiando bruscamente de tema con un vídeo.

Cuando se acercan las elecciones, los tertulianos más sectarios se vuelven aún más extremos, alzando la voz e incluso llegando al insulto. Es una táctica con la que que, vergonzosamente se expresan con impunidad algunos políticos  en los propios parlamentos.