Recreación de la II guerra mundial 06 2013 Leganés
El nuevo siglo está transformando el mundo de manera sorprendente, dando lugar a diversas formas de conflicto, algunas de ellas sin necesidad de armamento convencional, pero no por ello menos perjudiciales.
Las guerras convencionales, tal como las conocimos históricamente, parecen estar llegando a su fin en este siglo. Las intervenciones con tropas de infantería, fusiles y granadas tienden a desaparecer.
Las nuevas formas de guerra, como se evidencia en Ucrania y la Franja de Gaza, se ejecutan eficazmente con modernos lanzamisiles, aviones y, especialmente, drones. Estos últimos resultan particularmente efectivos, económicos y evitan bajas humanas para el atacante.
La guerra nuclear representa la amenaza más terrible. Si llegara a utilizarse, sus consecuencias serían dramáticas para todos, incluyendo a los agresores. Las miles de ojivas nucleares en posesión de una decena de países tienen la capacidad de destruir el planeta en cuestión de horas. Es crucial que permanezcan almacenadas, sin ser utilizadas, gracias al respeto y al temor mutuo entre las grandes potencias.
En la actualidad, presenciamos otro tipo
de conflicto: la guerra económica. Un ejemplo es la imposición de aranceles por
parte de la nación más poderosa del mundo. Si no se revierte esta política, las
consecuencias podrían ser devastadoras en numerosas regiones del planeta. En mi
opinión, este tipo de guerra también puede generar pérdidas tanto para
atacantes como para atacados. Esperemos que esta escalada termine pronto por el
bienestar global.
Feliz semana para todos.